
Nuestros peques están rodeados de tantos estímulos que enseñarles a parar y adquirir hábitos de relajación o meditación les pueden beneficiar mucho.
Entre otros beneficios, las técnicas de relajación:
– mejoran la memoria y la concentración, por lo tanto, el aprendizaje mejorará
– consiguen un estado de bienestar porque disminuyen el estrés y la ansiedad
– aumentan la confianza en si mismo
– mejoran la calidad del sueño
– aprende a gestionar sus emociones
…
Os propongo un tipo de respiración “guiada” donde es más fácil para el niñx concentrase: la respiración del 8
La técnica consiste en colocar el dedo en el punto de inicio y recorrer el 8 con el dedo mientras respira en una de las mitades y expira en la siguiente. Cuanto más despacio mueva el dedo más conseguirá calmarse.

Estas pequeñas paradas las puedes hacer en mitad de los deberes, para hacer un descanso y recargar energía.